Benigno
Pérez de Nanclares y Pérez.
Nacido en Villafranca
(Navarra) un 13 de Diciembre
de 1915, Don Benigno Pérez de
Nanclares y Pérez cuenta hoy con 100 años. Reside desde el año 2004 en la
residencia de ancianos La Misercordia de Pamplona, dónde es uno de los dos
únicos hombres que superan la barrera de los cien años (el otro, Jesús Cabodevilla Sagües, nació
el 02-01-1915 y cuenta con 101 años).
 |
| Benigno en noviembre de 2011. |
De profesión: Maestro
Nacional. Durante sus años de trabajo dio clases en diferentes lugares de
Navarra: Fitero, Villava, Pamplona... aunque también llegó a ejercer en Lezo
(Guipúzcoa) y en Málaga. Don Benigno alfabetizó a diferentes generaciones de
niños y niñas a lo largo de su vida en rincones muy distintos de España.
 |
| Benigno fue maestro nacional. Fotografía de noviembre de 2011. |
Su gran pasión fue la
natación. Siempre que tenía tiempo libre iba al río o a la playa para pasarse
horas y horas nadando.
Se casó en la década
de los 40 con Inocencia
Dornaleteche Unanua (nacida
en Torres de Elorz (Noáin), Navarra en 1913 y fallecida en Pamplona el 29 de Octubre de 1994 a los 81 años).
El matrimonio tuvo dos
hijos: Blanca Esther y José Ignacio (1951-2002), éste último fallecido a
los 51 años.
Actualmente Don
Benigno pasa sus días en la residencia dándose sus paseos diarios que tanto le
gustan y con una salud bastante buena. Probablemente sea uno de los pamploneses
de más edad. Esperemos poder felicitarle el próximo diciembre, cuando sople 101
velas.
Texto redactado por Eduardo García.
Las dos primeras fotografías fueron realizadas por un fotógrafo amigo de Eduardo García. La última fotografía está realizada por Eduardo García.
Damos las gracias a Benigno García y a su familia por permitirnos realizar esta entrada en el blog.
Emilio Ibáñez González.
 |
| Benigno y Eduardo García celebrando sus 98 años de vida. |
Las dos primeras fotografías fueron realizadas por un fotógrafo amigo de Eduardo García. La última fotografía está realizada por Eduardo García.
Damos las gracias a Benigno García y a su familia por permitirnos realizar esta entrada en el blog.
Emilio Ibáñez González.
